domingo, 28 de octubre de 2012

HISTORIA


Conocido como té de los jesuitas o té paraguayo. La yerba fue consumida desde tiempo inmemorial por los pueblos guaraníes y guaycurúes, que recogían las hojas de ka'a en la selva, donde crecía en forma silvestre. Inicialmente las mascaban, luego las prepararon en infusión.
Iniciado el período de dominación hispano-portuguesa en América del Sur, la costumbre de beber la infusión fue extendiéndose. Hacia fines del siglo XVI y comienzos del XVII, los españoles consideraron al mate como un vicio peligroso. En abril de 1595, el teniente gobernador de Asunción, Juan Caballero Bazán, prohíbe el tránsito por los yerbales y el cultivo.
Con la llegada de la Compañía de Jesús al Paraguay a principios del 1600 y hasta 1630, se prohíben el consumo de mate y la exportación de la yerba. Pero la prohibición del consumo sólo sirvió para atraer la curiosidad de los conquistadores.
Hacia 1600 se consumían en Asunción cerca de 500 kilos de yerba al día. En 1611 Marín Negrón, gobernador de Asunción, impone penas para los que fueran sorprendidos “en posesión de yerbas”: cien latigazos si el infractor era indígena, cien pesos de multa si era español. Contemporáneamente Hernandarias, gobernador de Buenos Aires, reprime el consumo de yerba con 10 pesos de multa y 15 días de cárcel, al tiempo que manda quemar en la Plaza Mayor sacos de la hierba ingresados clandestinamente.
Finalmente, el cultivo fue autorizado a los jesuitas, que lo monopolizaron hasta que fueron expulsados en 1767. Los jesuitas lograron domesticar la planta, mediante técnicas de secado de la semilla, lo que permitió extender las plantaciones al punto que la venta de yerba mate se convirtió en la principal fuente de ingresos de las “reducciones”. Hacia 1720 el consumo se había generalizado también en el actual estado de São Paulo (Brasil). En Chile desde la Colonia y hasta el siglo XIX tuvo una amplia difusión, cediendo su preponderancia en las áreas urbanas en favor del té.
Hoy en día la zafra de la hoja en los yerbales, continúa ligada a los regímenes de mensú sobre las comunidades guaraníes, que son engañadas por sus necesidades extremas, pues muchos son expulsados de sus tierras y al verse exiliados caen en manos de "enganchadores" que les ofrecen adelantos de sueldo y son llevados a yerbales para convertirse en mensúes -término que denomina a la forma de trabajo forzoso en Paraguay-, que acarrea indígenas bajo amenazas para la cosecha de la yerba mate  Esto último no ocurre últimamente en Argentina, aunque hace no mucho tiempo también habían "mensús" en este país. En Misiones (Argentina se llama "tarefero" al que cosecha artesanalmente la yerba, valiéndose de una tijera. Los mensúes y tareferos se sienten identificados con la tarea de la cosecha; aún así, cobran muy poco por su trabajo y son semi-explotados (como lo refleja la canción "El Mensú", de Ramón Ayala). Como las tareas de cosecha (tarefa) no se llevan a cabo durante todo el año, en Misiones (Argentina) existen subsidios a los tareferos. El gran problema al que se enfrentan los tareferos en Argentina es el trabajo en negro que, según el gremio rural UATRE, involucra en la cosecha de yerba en la zona productora a cerca de 25000 personas. El 49% de ellos está fuera del mercado legal.

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