Los
conquistadores que veían a los nativos tomarlo, tenían la creencia de que el
mate era una «hierba del demonio» por desconocer su práctica. Sostenían además
que era una bebida de haraganes, ya que los nativos dedicaban varias horas por
día a este rito.
El mate se
originó como un rito de los nativos guaraníes en el territorio que hoy ocupa el
Paraguay y las provincias argentinas de Misiones y Corrientes, los guaraníes
sepultaban los restos de sus seres queridos y en ese mismo lugar plantaban
yerba mate, luego que la planta crecía, la cosechaban y la tomaban en «rueda»
con sus familias de la misma manera que se realiza hoy en día. Los nativos
guaraníes realizaban estos ritos porque creían que de esa manera el espíritu de
sus seres allí enterrados iba a crecer con la planta de yerba mate y pasar a
través del mate a su cuerpo y permanecer con ellos. También solían plantar
donde enterraban a sus parientes distintos tipos de vegetales comestibles
porque creían que así crecía mejor la planta.
Los españoles
observaron que a los guaraníes, el mate los fortificaba para el trabajo y en
caso de necesidad les servía de alimento. Hacia 1714, su uso se había extendido
a Bolivia y Chile. Los ingleses de Chile (que se ocupaban de la trata de
esclavos traídos de África) vieron que también beneficiaba a los negros, lo
probaron y lo llevaron a Londres, donde fue muy bien recibido. Incluso se pensó
en reemplazar el tradicional uso del té por esta bebida, ya que era más
provechosa e incluso más barata; pero como las misiones jesuíticas del Paraguay
eran su único productor, y el comercio del té les reportaba tan buenas
ganancias, se desechó la idea.
Según al
antropólogo Daniel Vidart, el mate es algo más que una bebida. Es una tradición
que vence las costumbres aislacionistas del criollo y empareja las clases
sociales... y a través de los tiempos, es el mate quien hizo la rueda de
amigos, y no la rueda quien trajo al mate. Y no solo eso, también es un símbolo
para todo aquel que se aleja de su país natal (Paraguay, Uruguay, Argentina,
Chile, algunos estados de Brasil y Bolivia) y encuentra en él una remembranza y
un enlace con su tierra.
ARGENTINA.
Instituto de la
Yerba Mate muestra que la infusión tiene una presencia del 98% en las casas del
país.
El Instituto
Nacional de la Yerba Mate encargó el estudio a la firma GEA Research For
Strategy, el cual comprendió a 5.000 hogares de las capitales del país,
consultados por vía telefónica. La encuesta estuvo dirigida a conocer cuánto,
quiénes y cómo se consume la tradicional infusión criolla.
El consumo del
mate está extendido por todo el país y es bien cotidiano: se disfruta 6 de los
7 días de la semana. Además, es transversal a todos los niveles económicos y
sociales.
Según la
investigación, el 92% de los consultados eligen beber mate con bombilla, el 54%
como mate cocido y el 14% como tereré, es decir, cebado con agua fría. El mate
con bombilla está más extendido entre los mayores de 21 años. Los consumidores
de tereré se concentran, principalmente en la región noreste del país, donde se
registra un 70% de quienes eligen refrescarse con esta versión del mate...
Otro dato
obtenido por el relevamiento indica que el 75% de las personas que usan
bombilla lo toman dulce –y de este total, 7 de cada 10 eligen el azúcar como
endulzante- y los que lo eligen amargo viven, en su mayoría, en la región
noreste. Por otro lado, 8 de cada 10 entrevistados afirman que la yerba mate es
un diurético y estimulante físico y mental.
El mate no es
sólo uno de los principales productos cosechados y exportados por la Argentina.
Es también uno de los más consumidos en el interior del país y, sobre todo, una
marca de distinción de la cultura argentina…Al menos en 98% de los hogares
locales.
CHILE.
En Chile, desde el siglo XX el consumo
del té y el café han dejado a nivel urbano en segundo o tercer plano la
costumbre de beber mate, presentándose gran parte de su consumo en las zonas rurales.
Sin embargo, su consumo se acrecienta por parte de la juventud chilena,
especialmente universitaria, debido a la relación existente con Argentina y
Uruguay. Por otra parte es más común beber mate en el sur de Chile que en la
zona norte de dicho país, y es muy popular sobre todo en las Regiones de Aysén
y Magallanes.
URUGUAY
Los uruguayos
consumen al año 400 millones de litros de mate (a razón de un litro de agua
cada 80 g de yerba) en un mercado que importa 32 millones de kilos al año y
factura cerca de US$ 90 millones. El consumo de mate supera incluso al de todas
las marcas de refrescos juntas que, según datos de la consultora Id Retail,
venden al año cerca de 290 millones de litros.
No importa la
edad ni el nivel socio económico, tampoco la hora del día ni el lugar; el
consumo de mate en Uruguay logró cortar transversalmente a la sociedad y el
producto es elegido hoy por ocho de cada diez uruguayos, siendo el país el
mayor consumidor de mate en relación con su cantidad de habitantes.
BRASIL.
En el Sur de
Brasil, donde el mate es la costumbre y la tradición. La tradición del mate en
Brasil comenzó y mantener sólo el sur, Brasil colonizado por españoles y
europeos, llamados gauchos.
El término
"chimarrão" se utiliza en Brasil, aunque es un término derivado de la
palabra cimarrón castellano, lo que significa, a su vez, el ganado domesticado
que ha devuelto al estado de la fauna silvestre.
En Sur de
Brasil, el compañero puede servir como "bebida de la comunidad",
aunque algunos fans lo van a tomar todo el día, incluso solo. Aunque el consumo
interno diario, sobre todo cuando la familia se reúne, es casi obligatorias las
visitas o invitados cuando llegan. El mate es un símbolo de la hospitalidad del
sur a los que llegan como un invitado en una casa en esta región, le damos la
bienvenida en breve con una calabaza de mate.
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